CENTRO ANTÁRTICO INTERNACIONAL
La solemnidad incontestable y misteriosa del Estrecho de Magallanes no permite respuestas blandas, tímidas o ambiguas. La complejidad de un programa ambicioso y diverso, en el que distintas funciones se agrupan para transportarnos a la Antártica, para ejercer, de algún modo, como una puerta al continente blanco, no puede, en este lugar, desmembrarse en una serie de episodios formales accidentales.
El gesto potente, aunque silencioso y solemne, de una volumetría extremadamente simple (y, por tanto, potente), es lo que puede dialogar con la especial cualidad del lugar. A una parcela de planta muy alargada, segregada en dos partes por un vial intermedio, se responde con un prisma minimalista, continuo y monumental que, elevándose sobre el suelo ocupa la totalidad de las parcelas. Sin embargo, esta volumetría simple encierra todo un universo de espacios y perspectivas que, organizando un continuo y sugerente paseo arquitectónico, va recorriendo los distintos paquetes funcionales y espaciales.
Desde el bosque musealizado hasta las salas de exposición, desde los lugares de investigación a espacios ajardinados aclimatados y protegidos, recorridos y cadenas espaciales se organizan para agruparse en una envolvente simple, a escala de paisaje.
Imágenes: Virtual Architecture Lab